
Siete cosas que no sabías que podías vivir en Elefanthai
Aug 14
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En Cancún hay restaurantes que se visitan para comer… y otros que se visitan para descubrir. Elefanthai pertenece a la segunda categoría. No es solo por su mezcla única de cocina tailandesa y india auténtica, sino por todo lo que sucede alrededor de la mesa.
Cenas sobre el agua
No es un cliché: en Elefanthai literalmente puedes cenar en una cabaña sobre la laguna Nichupté, con el agua brillando bajo tus pies.
Chefs que vienen de lejos
El Pad Thai lo cocina un chef tailandés. El curry, un chef indio. No son adaptaciones, son recetas traídas y ejecutadas tal cual se hacen en casa.
Atardeceres que cambian cada día
Ningún anochecer es igual. Los tonos varían entre dorados, naranjas intensos y rosados profundos, creando un espectáculo natural mientras cenas.
Un menú que no mezcla, respeta
Aquí no existe la “fusión” improvisada: el menú tailandés y el hindú son dos mundos completos y separados, cada uno con su identidad y carácter.
Plantas por todas partes
La vegetación no es decoración; es parte de la experiencia sensorial, aislando el ruido de la ciudad y envolviendo el lugar en frescura y verde.
Historias detrás de cada plato
Algunas especias viajan miles de kilómetros para llegar a tu mesa. Pregunta y descubrirás relatos de mercados en Bangkok o bazares en Nueva Delhi.
La bendición de Prapikanet
Una tradición que pocos notan: antes de abrir el restaurante, se honra a Prapikanet, símbolo de prosperidad y protección en la cultura tailandesa.

Elefanthai no es solo un lugar para comer: es un rincón para viajeros de espíritu, incluso si solo te mueves por Cancún.